8/14Feb2016 Ser cauce
- madridmcm
- 12 feb 2016
- 1 Min. de lectura

Comenzamos la Cuaresma, tiempo de parar, de examinar nuestra vida, de plantear cambios y de seguir construyendo.
Esta vez, buscamos aquellas cosas que no se ven pero que tienen una función muy importante, como las tuberías en una casa. Cuánto se agradece abrir el grifo y que inmediatamente empiece a salir el agua con la presión y temperatura que queremos.
¿Y nosotros? ¿Estamos allí donde se nos necesita? Ojalá seamos buenas tuberías, cauce para llevar el amor y la misericordia de Dios donde se necesite. Tuberías que no pierdan agua por pereza o vergüenza, con el diámetro adecuado para llegar en el momento oportuno y con la fuerza que se necesite, y, sobre todo, que se encuentren "en lo escondido", que no necesiten del aplauso y el reconocimiento de los demás, que no busquen el éxito, sino sólo servir a los demás.
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